La luz azulla luz blanca
la musica tenue
el plateado que lo refleja todo
el brillo de los ojos
el oro rojo
la piel dorada
la piel clara
la voz que falta
el roce que se escapa
los pasos lejanos
las caricias perdidas
el silencio del domingo
la melanclia que me alcanza
la ausencia
la presencia
las esperas
la carta que releo
el cuento que no escribo
y vos ahi
en mi mente
como siempre
en proyeccion
del futuro a mi presente
del pasado a mi presente
y mi presente ausente
ausente de ti
es vacio
ausente de ti
estoy latente
A veces no hay nada más presente que una ausencia. Esto lo puedo afirmar sin ningún género de duda.
Un poema precioso, tal y como nos tienes acostumbrados.
🙂
A la ausencia física, la presencia inmortal….bello JuJe, bello…
a veces la vida esta llena de ausencias, pero siempre hay una que es la que mas nos duele.
el poema me gusto, dice mas de lo que sugiere.
placer leerte como siempre
besisssssssss
Otra vez wow!!
Esa transición del brillo al vació con dejo de angustias, me parece sencillamente excelete. Impecable.
Qué sería de nosotros si ese estado de vacuidad no desapareciera inexorablemente…
no se que decirles ya al recibir el halago…
asi que mejor callar, y rogar para que les sigan gustando estas humildes letras que fueron paridas hace un tiempo y con dolor
Un honor tenerlos aca…..